Una historia llena de alma y admiración

Cuando era niña, me enseñaron a creer en la magia y a descubrirla en los pequeños detalles. Aprendí que si era lo suficientemente observadora lograría no solo encontrarla, sino que también podría empezar a compartirla. Vivía en San Miguel de Allende, donde cada jardín secreto, cada patio bañado de sol, cada cara amable en la calle e incluso cada rincón de mi propia casa, guardaba su propia magia. Precisamente ahí, detrás de la gran puerta de madera en la calle Dr. Ignacio Hernández Macías, comenzó la historia de María Camille.

Ahora que esa puerta está abierta para recibir visitas de todo el mundo, veo con nuevos ojos aquello que tanta ilusión me hacía de pequeña. Apenas cruzo la entrada, el corazón me da un vuelco al ver el lugar donde mi abuela atendía su botica. A Chelito Agundis, como todos la conocen, nada le gustaba más que estar detrás del mostrador, siempre lista para cuidar de la comunidad que tanto la quería. Fue ella quien nos explicó que si queríamos quedarnos en el corazón de alguien, debíamos hacerle sentir mejor que en casa cuando viniera a vernos. 

Así que vuelvo a recorrer los pasillos de nuestra antigua casa, entro a cada una de las nuevas habitaciones para hacerlas especiales, busco habilitar y embellecer los espacios que ofrezcan las mejores vistas de ese San Miguel de Allende que está tan cerca de mi corazón. Presto atención a los detalles con todos los sentidos, porque quiero que la atmósfera del hotel supere las expectativas más soñadoras. Mi misión es dejar ese pequeño guiño mágico que se revele ante los ojos de nuestros huéspedes como un regalo inolvidable, porque para nosotros cada visita es una ocasión así de única. 

El ejemplo de Chelito me inspira, su fuerza femenina. También de ella aprendí a cuidar de la comunidad con sentido humano. Por ello, conforme he ido escribiendo la historia de María Camille, he tenido la suerte de atraer a otras mujeres valiosas que trabajan con cariño y ponen un toque de su propia magia en cada capítulo de este relato. Me llena de satisfacción entablar conexiones profundas y trascendentes con nuestro entorno y nuestros colaboradores. 

Para mi fortuna, el tiempo pasa y San Miguel de Allende sigue siendo un destino para los espíritus románticos, esos que buscan vivir experiencias en las que, aunque sea solo por un momento, las fantasías parezcan hacerse realidad. Y estamos listos para cumplirlas.  

En el corazón de San Miguel de Allende

En el corazón de San Miguel de Allende San Miguel de Allende ha sido  declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y nombrado como mejor destino de viaje del mundo por dos años consecutivos. Nuestro hotel cuenta con una ubicación privilegiada para disfrutar de las riquezas y eventos culturales.

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Esperamos verte pronto

Equipo Maria Camille

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